Taipán del interior, la serpiente terrestre más venosa del mundo.

La serpiente taipán del interior o serpiente feroz (Oxyuranus microlepidotus) es la serpiente terrestre más venenosa del mundo. Esta especie de la familia de los elápidos habita zonas semiáridas australianas, continente que posee la mayor proporción de serpientes venenosas del mundo. Como en todos los miembros de su familia el veneno tiene acción neurotóxica a la que hay que añadir una gran citotoxicidad, originando gran inflamación y necrosis en la zona de la mordedura como ocurre con víboras y crotalinos.  La dosis letal mínima (LD50) es de 0,01 mg/kg. Estos valores nos dan una idea muy clara de lo sumamente letal que es su veneno puesto que serían necesarios 0.8 mg para matar a un adulto de 80 Kg y la cantidad media que inocula en una picadura (que no es más que una parte del veneno total que posee) es de 17,3 mg., superando en 21 veces la cantidad suficiente para matar a una persona. Este veneno es 50 veces más potente que el de la cobra india y 800 veces más que el de la serpiente de cascabel. Un ejemplar dispone de veneno suficiente para matar a un caballo en cinco minutos pero en humanos la administración del suero antiofídico consigue normalmente salvar la vida del afectado.


La taipán del interior alcanza longitudes de unos 2-2,5 m y se alimenta de pequeños mamíferos y aves. Pese a ser tan venenosa su carácter es carácter tímido y dócil.
Hay que recordar que, por supuesto, ninguna serpiente venenosa se dedica a perseguir a la personas para picarlas y que sólo utilizan su veneno, un recurso muy valioso, para conseguir alimento y defender sus vidas.

A continuación dos vídeos, incluyendo uno del difunto Steve Irwin haciendo lo que no hay que hacer nunca con una serpiente tan venenosa:

El implacable licaón

El licaón (lycaon pictus), también conocido como perro salvaje africano, lobo pintado, perro hiena y perro cazador del Cabo, es un cánido exclusivo del continente africano en donde habita hábitats de vegetación abierta. Es del tamaño de un pointer, los adultos pesan entre 18 y 36 Kg., no sobrepasando normalmente los 75 cm. de altura. Los ejemplares del Sur de África son de mayor tamaño que los del Oeste. Su constitución física es la propia de un especialista en la carrera de fondo, presentando un cuerpo sumamente enjuto que resulta similar al de un chacal. Sin embargo, sus aptitudes como cazador de grandes presas quedan patentes al observar su pesado cráneo, dotado de cortas y poderososísimas mandíbulas. Podría decirse que el licaón tiene el cuerpo de un liviano podenco dotado con la cabeza de un perro de presa. Presenta unos premolares mayores que los de otros cánidos, lo que denota que en su dieta tiene gran importancia el consumo de huesos, como le ocurre también a las hienas. El licaón tiene un coeficiente de fuerza en la mordida (BQF, mide la fuerza de la mandíbula en relación al peso del animal) medido en 142, que es el más alto de todos los mamíferos carnívoros, con la única excepción del marsupial diablo de Tasmania. Otro aspecto de su morfología que llama la atención son sus grandes orejas que le confieren un cierto parecido con las hienas.


El perro salvaje africano es un animal cuya fuerza reside en el grupo. Caza en manadas de tamaño variable, pero que pueden superar los 30 ejemplares. En la caza es un depredador implacable, siendo el depredador más efectivo del mundo, ya que entorno al 80% de sus cacerías son exitosas. Para cazar se basa en su enorme resistencia en carrera y realiza extenuantes persecuciones a sus presas, en las que el grupo se coordina de manera formidable. Una vez alcanzada la presa, un miembros de la manada la agarra por el cuello o el hocico, otro por la cola y el resto hace presa en su vientre destripándola. Al contrario que los grandes felinos, el licaón en la caza no mata a su presa antes de comérsela y literalmente se la devora viva. Sus presas más habituales son gacelas, impalas y antílopes de tamaño medio, aunque hay manadas especializadas en grandes presas como cebras y ñues. Entre las tribus locales circulan historias de grandes jaurías capaces de abatir incluso a un león, pero eso nunca se ha comprobado.Por el contrario, tanto leones, como hienas y cocodrilos ocasionan frecuentes bajas en las manadas de licaones.
Las poblaciones de esta especie se han reducido mucho y en la actualidad se encuentra muy amenazado, en gran parte por la sobrepoblación humana, la pérdida de territorio y el efecto de enfermedades infecciosas transmitidas por perros domésticos.

A continuación varios videos espectaculares, incluidos la captura de un impala dentro de una zona de acampada de turistas, el ataque de la manada a una hiena, una cacería vista desde el aire, la persecución a un kudu y el ataque a un búfalo.

El gigantesco cocodrilo de agua salada.

El cocodrilo marino, poroso o de agua salada (Crocodylus porosus) es el mayor reptil viviente y también el más feroz de los cocodrilos. Los machos pueden medir entre 4 y 7 metros y llegar a las 1,5 Tm., siendo el mayor ejemplar conocido el capturado en Queensland (Australia) en el año 1957 con 8,5 m de longitud y 1,7 Tm. de peso. Las hembras no suelen superar los 4m de longitud.



Es una especie que frecuenta estuarios y aguas salobres, habiendo sido vistos mar adentro. También vive en aguas dulces interiores. En el agua resulta muy ágil y puede moverse a 43 km/h, la misma velocidad que un delfín. En carreras cortas también son considerablemente rápidos en tierra. Su distribución, la mayor de cualquier especie de cocodrilo, comprende desde el sudeste asiático hasta Australia. Es un verdadero monstruo que puede aparecer donde menos se lo espera.


El cocodrilo de agua salada tiene la potencia de mandíbula más alta del reino animal, habiéndose cuantificado en 1770 Kg./cm2, lo que casi superaría la de un Tyrannosaurs rex. Tal potencia en la mordida le permite aplastar el cráneo de un humano adulto y capturar presas del tamaño de un búfalo de agua. Al igual que el cocodrilo del Nilo, utiliza el ahogamiento para matar a las grandes presas ya que sus dientes están diseñados para sujetar.
En Australia, el cocodrilo marino acostumbra a vivir en aguas infestadas de tiburones, con los cuales puede mantener combates. 
Con respecto a los humanos el cocodrilo de agua salada es uno de las pocas criaturas vivientes que todavía ve a nuestra especie como una presa potencial más, lo que lo convierte en un auténtico devorador de hombres. Otro aspecto a tener en cuenta es su alto nivel de inteligencia, lo que acentúa aún más su peligrosidad en comparación con especies como los tiburones. La superpoblación humana que caracteriza gran parte de su distribución también fomenta que haya todos los años numerosos ataques fatales. En muchas de estas zonas se utilizan empalizadas en el agua como medida de seguridad para poderse meter la gente al agua.
El más conocido caso de matanza por cocodrilos ocurrió en el año 1945 ocurrida en la Isla Ramree (Birmania), en la que los cocodrilos marinos mataron y devoraron a casi 1.000 soldados de ocupación japoneses en una sola noche, cuando atravesaban una zona pantanosa para escapar de las tropas británicas.
Pero igual que el cocodrilo marino puede ser considerado un devorador de hombres, también el hombre de Asia Oriental puede ser considerado un devorador de cocodrilos, de los que utiliza tanto la carne como la piel.

A continuación unos videos de Brutus, un cocodrilo marino gigante de 1 Tm. y 80 años de edad que está causando furor en Australia:


El diminuto, pero mortal, pulpo de anillos azules.

El diminuto pulpo de anillos azules (hapalochlaena maculosa ) vive en las costas del sudeste de Australia, mide entorno a 10 cm de longitud y, como su nombre indica, posee unos llamativos anillos de color azul que se vuelven de color más intenso cuando está excitado, sirviendo así de señal de aviso. Una señal que hay que tener muy en cuenta puesto que tan pequeño y desconocido animal marino se defiende con la saliva tóxica que introduce al morder y que es uno de los venenos más potentes del planeta. Dicho veneno de efecto neurotóxico es un alcaloide, la tetrodotoxina, que bloquea los canales del sodio de las membranas celulares de los tejidos excitables, como el nervioso y el muscular. Un único ejemplar posee veneno suficiente para matar a 20 adultos humanos. Tanto el veneno como el color azul de sus anillos es producido por una bacteria de las glándulas salivales del pulpo. La mezcla tetradotoxina y maculotoxinaforman forman el veneno de origen animal más potente que existe. La tetradotoxina es 10.000 veces más mortífera que el cianuro y de 10 a 100 veces más letal que el veneno de la araña viuda negra. La mordedura del pulpo de anillos azules es muy poco dolorosa, pero sin asistencia médica la muerte sobreviene en 90 minutos.


Se conocen varios casos mortales tras la captura de un ejemplar de esta especie tan aparentemente inofensiva.
Al contrario que otros cefalópodos, el pulpo de anillos azules porta sus huevos a cuestas durante los 90 días de incubación, siempre protegidos por un animal tan temido entre los depredadores de la barrera de coral australiana.
Su alimentación se compone de cangrejos, camarones y pequeños peces.

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