La serpiente de mayor longitud, la pitón reticulada.

Recientemente se daba a conocer el hallazgo en un pueblo de Malasia de una pitón reticulada (python reticulatus) que se estaba comiendo una oveja preñada en medio de una carretera. La pitón reticulada, como todas las pitones, mata a su presa por constricción y gracias a una mandíbula cuyos huesos están unidos por tendones flexibles es capaz de tragar presas de tamaño muy superior a su propio diámetro.
Ésta especie es la que mayor longitud alcanza de todas las serpientes pues se han registrado casos de más de 10 m y 110 Kg de peso, aunque normalmente no pasa de los 6 m. En longitud llega a superar a la conocida anaconda pero su constitución es más liviana y resulta bastante menos pesada que esta.

Su distribución comprende desde Birmania, Tailandia, Laos, Vietnam y Malasia hasta Indonesia, las Islas Molucas y las Filipinas. Habita en las densas selvas lluviosas, cerca del agua pero sin ser tan acuática como la anaconda. Puede habitar cerca de los humanos y en Bangkok sale por las noches para alimentarse de ratas, perros y gatos. Como todas las pitones usa la emboscada como método de caza. La dieta de los ejemplares adultos se compone básicamente de mamíferos de gran tamaño como las citadas, además de civetas, monos y cerdos, llegando también a cazar ejemplares de pequeño tamaño de oso malayo (Helarctos malayanus). Ocasionalmente también pueden capturar aves.

Se han citado casos de humanos devorados por ésta serpiente, casi siempre niños o adolescentes. Un gran ejemplar sería muy capaz de matar a cualquier adulto pero su anchura de hombros imposibilitaría ser tragado, a no ser que fuese de un tamaño excepcionalmente pequeño, y las serpientes no derrochan energía cazando algo que saben no podrán tragar. Pese a lo excepcional de estos casos, es fácil encontrar en la red fotos de alguna pitón reticulada que han devorado una persona.










 


A continuación, un vídeo sobre la pitón reticulada:

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