El delfín rosado del amazonas.

El delfin rosado del amazonas (inia geoffrensis), también conocido por los indígenas como boto es el miembro de mayor tamaño del grupo de los delfines de agua dulce. Los adultos pueden llegar a superar los 2,8 m de longitud y los 180 Kg. de peso. Su coloración varía de acuerdo con la edad, claridad del agua y distribución, siendo el más frecuente el color rosado y el gris azulado. Poseen hocico muy largo, una aleta dorsal muy poco desarrollada y ojos pequeños, cuya cavidad en el cráneo es sin embargo tan grande como la de los delfines marinos. Aunque pueden ver, sus ojos no le sirven de mucho en las turbias aguas del Amazonas y, al igual que los delfines marinos, usa la ecolocalización para capturar a sus presas. A diferencia de aquellos su largo cuello les permite poder realizar una gran amplitud de movimientos con la cabeza. Su largo hocico posee dientes puntiagudos en la parte delantera y aplanados en la trasera. De esta forma puede capturar y aplastar a sus presas que acostumbran a ser cangrejos y peces pequeños capturados en el lecho del río. En dicha tarea también se ayudan de sus pelos táctiles del hocico.

Como su nombre indica vive en lagos y ríos del río Amazonas, así como del Orinoco a altitudes por debajo de los 400 msm, estando perfectamente adaptados a la vida en los bosques inundados.
Generalmente nadan solos o en pareja y no acostumbran a formar grupos. No son animales muy rápidos nadando normalmente entre 2 y 5 Km./h. Sus inmersiones duran entre 1 y 2 minutos.
Se aparea cerca de la orilla del río y entre las tribus locales circula la leyenda de que al caer la noche pueden convertirse en hombres atractivos y salir a tierra para seducir a las mujeres de los poblados. Se les atribuye la paternidad de todos los niños sin padre de la región.
El período de gestación dura entre 10 y 12 meses y las hembras pueden gestar y lactar simultáneamente.
Es un animal inteligente, muy sociable y muy apreciado por los indígenas entre los que se asegura que en ocasiones han llegado a rescatar personas de las aguas. Se acerca a las embarcaciones pequeñas con ánimo de jugar.
Aunque no ha sido comprobado por los científicos, los nativos dicen que puede ser depredado por caimanes y jaguares.
De acuerdo al libro rojo de la IUCN el delfín amazónico presenta la categoría de "vulnerable". Sus mayores enemigos son la deforestación y las actividades humanas que degradan su medio.

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