El bello y esquivo leopardo de las nieves.

El irbis o leopardo de las nieves (panthera uncia) es una escasa especie de gran felino que habita las montañas de Asia central. Es un animal enormemente esquivo y difícil de ver que vive en montañas de hasta 6.000 m. En determinadas zonas habita altitudes de 600- 1.500 m pero lo normal es que solo baje de altitudes mayores en invierno. Durante las últimas glaciaciones se encontraba presente también en Europa.

 

Esta especie, considerada por muchos como el gran felino más bello, es de menor tamaño que el leopardo (panthera pardus), pesando entre 25 y 55 Kg, con ejemplares excepcionales de 75 Kg. La longitud del cuerpo es de entre 75 y 130 cm a lo que hay que añadir la larga cola de entre 80 a 100 cm. Esta cola tan larga le sirve de contrapeso en sus movimientos sobre terrenos tan difíciles permitiéndole una gran maniobrabilidad y le sirve de manta cuando descansa. Tiene un espeso pelaje que le cubre hasta las separaciones de los dedos y que le sirve de efectivo aislante térmico en condiciones tan frías como las que vive, a la vez que de le dota de un perfecto camuflaje. Sus zarpas son anchas para caminar mejor sobre la nieve. Tiene grandes cavidades nasales para calentar y humedecer el aire tan frío y seco de las montañas donde habita.

Además de muy difícil de ver es muy silencioso y, a diferencia de otros grandes felinos, nunca ruge. Es un animal solitario que sólo se une a otros de su especie para la reproducción, defendiendo agresivamente sus territorios de otros miembros de su especie. Tiene hábitos crepusculares.

Es poseedor de uno de los saltos más largos de entre los felinos. Los leopardos de las nieves son poderosos depredadores con una descomunal fuerza y son capaces de abatir presas de 3 ó 4 veces su propio peso. Captura grandes presas como venados, tares del Himalaya, íbices siberianos, marjores, jabalíes, muflones asiáticos y monos langures. También captura presas menores como aves, conejos y ardillas. No es raro que capture perros y ganado doméstico, lo que le ocasiona frecuentes problemas con los humanos que también lo capturan por su piel. Es uno de los grandes felinos menos agresivos y no se conocen ataques a personas.

A continuación, algunos vídeos de leopardos de las nieves, con una espectacular escena de caza,  la primera filmada de esta especie:

Los últimos leopardos del Atlas

El leopardo de Berbería (panthera pardus panthera) es una subespecie que antaño se distribuía por Marruecos, Argelia y Túnez, generalmente en zonas montañosas y ricas en vegetación. Estaba muy extendido por el territorio marroquí y era frecuentemente abatido durante las batidas a jabalíes. En 1979 se daba por extinto en Túnez, en Argelia sólo quedaban unos pocos ejemplares en el Parque Nacional de Akfadou y en Marruecos sólo sobrevivían ya poco más de un centenar de ejemplares en el Atlas central. La falta de presas silvestres le obligó a atacar a animales domésticos y los pastores le declararon la guerra, agravándose la situación por el alto precio pagado por su piel. En 1994 las autoridades marroquíes estimaban su población en 5 ejemplares errantes. La última captura se produjo en 1985 en Habibi Ben Mouha en la reserva de Bou Tferda. Era una hembra capturada en un cepo tras atacar a ovejas y cabras. Los últimos datos procedían de huellas encontradas por naturalistas españoles en 1998.
Tras haberse dado prácticamente por extinto, en 2002 una prospección hispano-marroquí encuentra huellas del animal en la cuenca de El Abid a 2.000 m de altitud cerca de una casa aislada. Tras esto se produce el avistamiento de una hembra con dos jóvenes crecidos, además de nuevos rastros.
Sus presas más frecuentes son jabalíes, liebres, zorros, ardillas terrestres, aves y macacos de Berbería. Los pastores de la zona conocen la presencia de la pantera en los bosques altos y suelen encontrarse restos de jabalíes devorados. Las observaciones suelen producirse en invierno cuando los leopardos se ven obligados a descender en altitud y los ataques al ganado son muy raros.
El leopardo del Atlas fue descrito por Ángel Cabrera como una subespecie muy grande de leopardo, tan corpulento como el gran leopardo de Uganda, pero con la cola mucho más corta. Su longitud puede llegar a alcanzar los 221 cm y su peso rondar los 100 Kg. El pelaje es pálido y las rosetas negras son amplias recordando a las de jaguar.
Esta pantera, que en el pasado compartió hábitat con el enorme león del Atlas, es un tesoro faunístico y posiblemente se trate del animal más misterioso y escaso de África.

El Jaguar, el más robusto de los grandes felinos.

El Jaguar (panthera onca) es el felino de mayor tamaño de América y el tercero del mundo únicamente superado por el tigre y el león. De tamaño similar al leopardo, el jaguar es de constitución mucho más robusta y pesada. Los jaguares miden de 68 a 76 cm del suelo a la cruz, y pesan entre 57 y 113 Kg, llegando las subespecies más grandes, las que habitan en espacios abiertos, a pesar 150 Kg. Se observa también una tendencia al aumento de tamaño de Norte a Sur. Los grandes ejemplares llegarían a igualar el peso de las subespecies más pequeñas de tigre asiático, nombre este con el que también es denominado en gran parte de su area de distribución el jaguar. Además de tener la constitución más robusta de los grandes felinos también posee la cabeza más grande y las mandíbulas y colmillos más poderosos. Utiliza esta impresionante mordida para atravesar el cráneo de sus presas mordiéndolas por la nuca.
Su dieta se compone desde grandes mamíferos como tapires, pécaris y ganado doméstico hasta pescado, pasando por caimanes y anacondas. Es pues, el gran superpredador americano, llegando a matar en ocasiones a su único rival el puma.
Originalmente habitaba desde la Patagonia hasta el sur de los Estados Unidos, pero actualmente su distribución se ha reducido notablemente. Actualmente es visible en sitios poco habitados, cálidos de húmedos a subhúmedos, desde el estado de Texas (en EE.UU.) hasta el norte de Argentina. Convive con el puma en la mayor parte de su área de distribución pero, a diferencia de éste, evita las montañas.
Las mejores poblaciones se conservan en el Amazonas, siendo muy perseguido en toda su área de distribución por los ataques que protagoniza al ganado doméstico.
Al el contrario que el leopardo, no se conocen casos de jaguares cazadores de hombres.

En el siguiente video podemos ver a una pareja de jaguares, uno de ellos melánico, atacando a un caimán.