El cocodrilo marino, poroso o de agua salada (Crocodylus porosus) es el mayor reptil viviente y también el más feroz de los cocodrilos. Los machos pueden medir entre 4 y 7 metros y llegar a las 1,5 Tm., siendo el mayor ejemplar conocido el capturado en Queensland (Australia) en el año 1957 con 8,5 m de longitud y 1,7 Tm. de peso. Las hembras no suelen superar los 4m de longitud.
Es una especie que frecuenta estuarios y aguas salobres, habiendo sido
vistos mar adentro. También vive en aguas dulces interiores. En el agua resulta muy ágil y puede moverse a 43 km/h, la misma velocidad que un
delfín. En carreras cortas también son considerablemente rápidos en tierra. Su distribución, la mayor de cualquier especie de cocodrilo, comprende desde el sudeste asiático hasta Australia. Es un verdadero monstruo que puede aparecer donde menos se lo espera.
El cocodrilo de agua salada tiene la potencia de mandíbula más alta del reino animal, habiéndose cuantificado en 1770 Kg./cm2, lo que casi superaría la de un Tyrannosaurs rex. Tal potencia en la mordida le permite aplastar el cráneo de un humano adulto y capturar presas del tamaño de un búfalo de agua. Al igual que el cocodrilo del Nilo, utiliza el ahogamiento para matar a las grandes presas ya que sus dientes están diseñados para sujetar.
En Australia, el cocodrilo marino acostumbra a vivir en aguas infestadas de tiburones, con los cuales puede mantener combates.
Con respecto a los humanos el cocodrilo de agua salada es uno de las pocas criaturas vivientes que todavía ve a nuestra especie como una presa potencial más, lo que lo convierte en un auténtico devorador de hombres. Otro aspecto a tener en cuenta es su alto nivel de inteligencia, lo que acentúa aún más su peligrosidad en comparación con especies como los tiburones. La superpoblación humana que caracteriza gran parte de su distribución también fomenta que haya todos los años numerosos ataques fatales. En muchas de estas zonas se utilizan empalizadas en el agua como medida de seguridad para poderse meter la gente al agua.
El más conocido caso de matanza por cocodrilos ocurrió en el año 1945 ocurrida en la Isla Ramree (Birmania), en la que los cocodrilos marinos mataron y devoraron a casi 1.000 soldados de ocupación japoneses en una sola noche, cuando atravesaban una zona pantanosa para escapar de las tropas británicas.
Pero igual que el cocodrilo marino puede ser considerado un devorador de hombres, también el hombre de Asia Oriental puede ser considerado un devorador de cocodrilos, de los que utiliza tanto la carne como la piel.
A continuación unos videos de Brutus, un cocodrilo marino gigante de 1 Tm. y 80 años de edad que está causando furor en Australia: