
El aspecto de la araña ante el observador es de apariencia feroz, imponente y amenazante y por ende causa repulsión su presencia. La hembra es más grande y de abdomen más prominente que el macho, es también la más peligrosa, sus patas perfectamente pueden alcanzar de 3 a 40 mm de longitud.
Los quelíceros están ubicados en el tórax inferior y son agujetas color negro muy finas. Muy rápida de reaccionar, esta araña puede correr velozmente en forma casi instantánea en busca de refugio, por lo que se hace difícil atraparla, incluso puede saltar a 10 cm de altura o escabullirse en rendijas de no más de 5 mm de alto.
Suelen picar en nalgas y muslos debido a que suelen hacerlo cuando la persona se sienta inadvertidamente sobre ellas. Muy frecuentemente la picadura es indolora y sus efectos no se asocian a la causante. Horas después aparece una úlcera que puede llegar a ser muy profunda. Su mortalidad es del 30% aún con tratamiento.
Presentan una distribución mundial y las especies más peligrosas son la Loxoceles reclusa, que habita en Estados Unidos y la Loxoceles laeta, de América del Sur. En España vive la Loxoceles rufescens, pero su mordedura es de mucha menos gravedad que la de sus parientes americanas produciendo solo edema local y no necrosis o muy leve.