El dragón de Komodo.

El dragón de Komodo (varanus komodoensis) es la mayor especie de lagarto existente actualmente y pertenece a la familia de los varanos. Mide en término medio uno 2-3 m y pesa alrededor de 70 Kg las hembras y 90 Kg los machos. El ejemplar más grande que se conoce, midió 3,13 m y 166 Kg. Con tales dimensiones es el verdadero superpredador de las islas en las que vive al Sur de Indonesia. Son los últimos representantes de una población de varánidos gigantes que vivían en Indonesia y Australia.
El dragón de Komodo puede alcanzar velocidades de 20 Km/h, puede nadar grandes distancias y se encarama frecuentemente a los árboles durante su juventud.


 El dragón tiene una alimentación frecuentemente carroñera pero también es capaz de abatir a mamíferos del tamaño de grandes cerdos, ciervos, cabras y búfalos de agua. Para ello utiliza un rápido ataque en el que agarra a su presa por la barriga o por el cuello. Le son de gran utilidad las bacterias que colonizan la saliva de su boca y que, tras morder a su presa, se introducen en el torrente sanguíneo de esta envenenando su sangre y ocasionándole una septicemia. También se ha descubierto recientemente que realmente son capaces de producir veneno en unas glándulas que poseen en la mandíbula inferior, lo que, sin duda, también colabora en la muerte de sus presas. Este veneno posee proteínas que inhiben la coagulación de la sangre, disminuyen la tensión arterial, ocasionan una parálisis muscular e hipotermia.
Aunque no son frecuentes se conocen ataques a humanos, el último ocurrido el 24 de marzo de 2009, en el que un pescador de la isla de Komodo fue muerto por dos dragones que lo abandonaron malherido. En 2007 también murió un niño de ocho años en Komodo desangrado tras el ataque de uno de estos animales.

El dragón de Komodo puede reproducirse por partenogénesis, lo que significa que las hembras pueden reproducirse sin necesidad de fecundación masculina.

A continuación algunos vídeos sobre el dragón de Komodo:

El mortífero avispón gigante asiático.

El avispón gigante asiático (Vespa mandarinia), también conocido popularmente como avispón mata yaks es una enorme especie de avispa que alcanza los 5 cm de longitud y los 7 cm de envergadura, con un aguijón de 6 mm de longitud. Se distribuye por Rusia Oriental, Corea, Taiwan, Indochina, Nepal, India, Sri Lanka y Japón, donde vive la subespecie japonica.

El avispón gigante es un feroz depredador de otros himenópteros, atacando despiadadamente las colonias de otras avispas y de abejas. Con sus fortísimas mandíbulas decapitan una tras otras a las defensoras de la colonia, hasta llegar a hacerse con las nutritivas larvas y un grupo de 30 avispones puede aniquilar un enjambre de 3000 abejas melíferas en poco tiempo. La especie japonesa de abeja apis cerana, especie autóctona que ha evolucionado en contacto con tan letal depredador, ha desarrollado un sistema de defensa basado en elevar su temperatura corporal hasta 47º C, lo que le ocasiona la muerte.

Pese a no ser una especie particularmente agresiva con el ser humano, ni poseer un veneno particularmente fuerte, la gran cantidad de este que inocula en una picada ocasiona mucho dolor y grave molestia en la zona afectada, resultando sus efectos letales con frecuencia. De hecho, el avispón gigante japonés es la especie animal que más muertes ocasiona en seres humanos al año en Japón, cifrándose en unos 40 fallecimientos anuales.

En muchas zonas rurales de japón se consume frita.

 A continuación algunos vídeos sobre esta impresionante especie de avispa:

En este se ve la lucha con una mantis religiosa:



Orca, la ballena asesina.

La orca (Orcinus orca), o ballena asesina, es un mamífero cetáceo odontoceto que pertenece en realidad con la familia de las ballenas sino con la de los delfines, siendo la mayor especie de este grupo. Los machos pueden alcanzar los 9 m de longitud y 5,5 tm de peso, mientras las hembras miden hasta 7,7 m y menos de 4 tm. Los machos tienen la aleta dorsal recta y las hembras curva. Es el mayor superpredador viviente del océano y, por tanto, del planeta. Se distribuye por todos los océanos del mundo, pero prefiere las aguas templadas y frías. Pueden llegar a vivir 90 años, viven en grupos matriarcales con complejas relaciones sociales y, como otros delfines, utilizan un sistema de comunicación muy sofisticado que puede equipararse al humano. Los grupos de orcas tienen una verdadera cultura. Aparte del grupo matriarcal, de unos 9 ejemplares, tienen niveles de organización superior en la que dos grupos pueden juntarse para formar un "pod" constituido por unos 18 ejemplares y que comparte dialecto y parentesco familiar. El siguiente nivel es el de "clan" y consiste en un grupo con un dialecto similar y cierta herencia maternal común.



Los grupos de orcas pueden ser de 3 tipos:
- Transeúntes: son grupos pequeños que a menudo nadan cerca de la costa en busca de presas como mamíferos marinos y aves. Tienen la forma más cruel de cazar, sometiendo a las presas a golpes y lanzamientos por el aire antes de comérselas. Esto lo hacen para evitar que las presas se defiendan y para que aprendan los juveniles. Físicamente se diferencian de las residentes en que las hembras tienen una aleta dorsal más puntiaguda y los machos con más cicatrices resultado de su extremo método de caza.
- Residentes: son las que más a menudo suelen verse, habitualmente cerca de la costa. Su dieta se compone mayoritariamente de peces como salmones y arenques y sus movimientos migratorios están determinados por los de sus presas.
- Marítimas: viven en grandes grupos de hasta 60 ejemplares en mar abierto y suelen alimentarse de tiburones del género Somniosus. Sus hábitos son desconocidos pero presentan diferencias genéticas con los dos grupos anteriores, siendo algo más pequeñas.
Las orcas residentes y transeúntes pueden vivir en cierta proximidad pero normalmente se evitan. Por muestras de ADN se sabe que están aisladas genéticamente desde hace más de 10.000 años. Igualmente, se han descrito varios tipos que podrían considerarse como especies independientes.
En su dieta, además de otros muchos peces, se incluyen rayas y tiburones como el peregrino, ballena, tiburón de punta blanca, tiburón martillo, tiburón blanco y mako. Las orcas marítimas del Norte del Pacífico se alimentan rutinariamente del tiburón dormilón del Pacífico (Somniosus pacificus) que puede alcanzar los 7 m, del que consumen únicamente el hígado, posiblemente por ser la carne tóxica. Las poblaciones transeúntes capturan mamíferos marinos como focas, leones marinos, delfines, marsopas y ballenas como el cachalote, la yubarta, la ballena gris y la azul, el mayor ser viviente que nunca haya existido y del que en 1979 National Geographic documentó un ataque integrado por 90 orcas. Aunque suelen atacar más frecuentemente a ballenas jóvenes se llegan a atrever incluso con adultos fuertes y sanos. También son presas las aves marinas como cormoranes, pingüinos y gaviotas.
No se conocen casos de ataques a humanos en libertad aunque si alguno de ejemplares cautivos como este ocurrido en 2010 en Seaworld, San Francisco:



En el siguiente vídeo se graba a una hembra de orca cazando a un tiburón blanco:



En el siguiente se ve la captura de varias presas, entre ellas una foca, leones marinos y una ballena:



En este se ve la caza de un delfín:




En el siguiente, una cruel captura de un elefante marino, presa capaz de ocasionar peligrosas heridas:


Taipán del interior, la serpiente terrestre más venosa del mundo.

La serpiente taipán del interior o serpiente feroz (Oxyuranus microlepidotus) es la serpiente terrestre más venenosa del mundo. Esta especie de la familia de los elápidos habita zonas semiáridas australianas, continente que posee la mayor proporción de serpientes venenosas del mundo. Como en todos los miembros de su familia el veneno tiene acción neurotóxica a la que hay que añadir una gran citotoxicidad, originando gran inflamación y necrosis en la zona de la mordedura como ocurre con víboras y crotalinos.  La dosis letal mínima (LD50) es de 0,01 mg/kg. Estos valores nos dan una idea muy clara de lo sumamente letal que es su veneno puesto que serían necesarios 0.8 mg para matar a un adulto de 80 Kg y la cantidad media que inocula en una picadura (que no es más que una parte del veneno total que posee) es de 17,3 mg., superando en 21 veces la cantidad suficiente para matar a una persona. Este veneno es 50 veces más potente que el de la cobra india y 800 veces más que el de la serpiente de cascabel. Un ejemplar dispone de veneno suficiente para matar a un caballo en cinco minutos pero en humanos la administración del suero antiofídico consigue normalmente salvar la vida del afectado.


La taipán del interior alcanza longitudes de unos 2-2,5 m y se alimenta de pequeños mamíferos y aves. Pese a ser tan venenosa su carácter es carácter tímido y dócil.
Hay que recordar que, por supuesto, ninguna serpiente venenosa se dedica a perseguir a la personas para picarlas y que sólo utilizan su veneno, un recurso muy valioso, para conseguir alimento y defender sus vidas.

A continuación dos vídeos, incluyendo uno del difunto Steve Irwin haciendo lo que no hay que hacer nunca con una serpiente tan venenosa:

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