El espectacular cocodrilo del Nilo

El cocodrilo del Nilo (cocodrylus niloticus) es el más grande de los cocodrilos africanos. Aunque no suele superar los 5m de longitud se conocen casos de más de 6m. Su constitución es muy robusta y su peso puede llegar a 1 tm, siendo por tanto el depredador más grande de África. Pueden alcanzar los 80 años de edad y crecen durante toda su vida, aunque a partir de los 7 años éste crecimiento se reduce mucho. Parece ser que antes de la llegada de los colonizadores europeos existían ejemplares verdaderamente colosales, pero la fuerte caza a la que se sometió a ésta especie los ha hecho muy raros. Existen numerosas subespecies y hay considerables variaciones entre poblaciones.

Se distribuye por prácticamente toda el África subsahariana. Resulta muy interesante el hallazgo de una población relicta ésta especie de cocodrilo en una charca de 100 m2, aislada en pleno desierto del Sahara mauritano. Éstos ejemplares no superan los 3m y su dieta se compone de pescado.
El cocodrilo del Nilo frecuenta gran variedad de hábitats de agua dulce, pero también es posible encontrarlo en las regiones costeras. De ven en cuando, algún ejemplar de la desembocadura de los ríos es arrastrado por la corriente hacia mar abierto. Algunos de éstos ejemplares han conseguido nadar hasta la isla de Zanzíbar.


Su ceremonia de cortejo es espectacular y nidifican en agujeros. Sus huevos acostumbran a ser depredados por el varano del Nilo, pese a que los adultos protegen el nido y a los recién nacidos.
Los cocodrilos cocodrilos capturan a sus presas en el agua. Gracias a su camuflaje que les asemeja a troncos flotantes, se acercan suavemente a sus presas sin originar la más mínima turbulencia en el agua, lo cual es muy meritorio si se tiene en cuenta su enorme volumen. Una vez que se sitúa lo suficientemente cerca de su presa, el cocodrilo se lanza a por ella de forma explosiva y espectacular. En el lance cierra los ojos para evitar que resulten dañados y, si tiene éxito, aferra a su víctima con sus poderosísimas mandíbulas y la arrastra al agua donde la ahogará. Sus dientes están diseñados para éste estilo de caza y no para masticar por lo que despedaza a sus presas girando violentamente sobre sí mismo. En los festines se acostumbran a agolpar gran número de ejemplares. En tierra, el cocodrilo del Nilo puede desplazarse a 17 km/h a lo largo de varios km por medio de una especie de galope característico.



La dieta varía con la edad, los jóvenes comen pequeños animales como insectos y anfibios. Subadultos y adultos pueden ingerir una gran cantidad de peces pero los individuos más voluminosos basan su dieta en grandes mamíferos como antílopes, cebras, facóqueros, búfalos, ñus y ganado doméstico. También captura a otros depredadores como hienas, leopardos. e incluso ejemplares de su misma especie En alguna ocasión, éstos cocodrilos, han capturado algún león, aunque por lo general ambos predadores tienden a evitarse. Hay una cita, también, de un grupo de cocodrilos capturando a una hembra de rinoceronte negro. Además, éstos cocodrilos pertenecen al reducido grupo de depredadores que todavía continúa viendo al ser humano como una presa potencial y, de hecho, ocasiona un número elevado de víctimas humanas. Gracias a su metabolismo, de sangre fría, puede pasar meses sin ingerir ningún tipo de alimento esperando la llegada de sus presas.



Los cocodrilos del Nilo no tienen depredadores en su vida adulta pero tienden a evitar a los irascibles hipopótamos con los que comparten, frecuentemente, las aguas.
En el siguiente vídeo puede verse la recreación de una posible lucha entre un cocodrilo del Nilo y un león.


A continuación espectaculares vídeos de esta especie:



Croc Vs. Wildebeest & Gazelle - The best bloopers are a click away

La hiena manchada.

La hiena manchada (crocuta crocuta) es la especie de hiena de mayor tamaño. Su peso está comprendido entre los 40 y los 80 Kg, siendo menores los machos que las hembras y las del Este que las del Sur de África. Su distribución comprende todo el África subsahariana excepto las zonas de selva. En el Pleistoceno, la hiena de las cavernas (crocuta crocuta spelaea), una subespecie de mayor tamaño, que llegaba a alcanzar los 130 Kg, habitaba en Eurasia distribuyéndose desde China hasta España.



Las hienas están próximamente emparentadas con los herpéstidos, familia que comprende civetas y mangostas. Ésto implica que, pese a su aspecto perruno, están más relacionadas con los felinos que con los cánidos.
La hiena manchada posee una robusta constitución física caracterizada por unos cuartos traseros mucho menos desarrollados que los delanteros y un largo cuello terminado una cabeza enormemente masiva. Tanto la potente musculatura de ésta como el diseño extremadamente robusto de los huesos y dientes de la mandíbula le hacen ser el carnívoro africano con el mordisco más poderoso, pudiendo romper los huesos más sólidos. La desproporción entre sus cuartos delanteros y traseros le permite transportar piezas enteras o trozos de gran tamaño hasta lejanas madrigueras. Aunque llega a alcanzar velocidades de 55 km/h, la hiena manchada está diseñada para la resistencia y su corazón está muy desarrollado, lo que le permite marchar en un trote de 10 km/h de manera incansable. El pelaje hirsuto de las hienas tiene la propiedad de desprenderse de los restos de sangre y líquidos orgánicos los cadáveres después de haberse secado. Las hembras poseen un clítoris eréctil de gran tamaño que resulta muy difícil de diferenciar del pene de los machos. Tienen una vista adaptada a su vida nocturna, un finísimo sentido del olfato y su inteligencia es muy elevada, pudiendo compararse con la de algunos primates.
Las hienas manchadas viven en clanes de tamaño muy variable y que pueden alcanzar los 90 individuos. Éstos clanes están liderados por una hembra y son fuertemente territoriales.
Pese a haber sido consideradas durante mucho tiempo como meros carroñeros, las hienas manchadas son poderosos predadores que capturan el 80 % de sus presas, siendo mucho más frecuente que los leones se alimenten de presas capturadas por las hienas que al revés. Cazan por lo general presas pequeñas cuando actúan en solitario, aunque pueden llegar a abatir presas del tamaño de un ñu. Cuando cazan en grupo pueden matar presas del tamaño de una cebra, habiéndoselas visto atacando a jóvenes hipopótamos atrapados en charcas casi desecadas. La forma de dar muerte a sus presas es mucho menos rápida y certera que la de los felinos, acabando ésta por morir tras ser prácticamente devoradas vivas por la manada. Las hienas pueden ingerir de una sentada hasta 15 Kg de carne. Aunque no es nada frecuente hay algunos casos de hienas que han matado humanos.
Las hienas ocupan el segundo puesto en el escalafón de los carnívoros africanos sólo por detrás de los leones, sus únicos depredadores, con los que mantienen una ancestral relación de odio y competencia. Si bien es cierto que éstos roban sus presas a las hienas en muchas ocasiones, cuando el número de hienas es muy superior al de leonas suele ocurrir al revés, intimidándolas hasta el punto de temer por sus vidas. En el caso de que haya dos leones machos en plenitud de facultades las hienas no se atreven a desencadenar la lucha. Eso no quita para que muchos machos viejos de león acaben su vida en sus mandíbulas. Por lo demás el resto de grandes felinos africanos, guepardos y leopardos, ceden cortesmente su presa en cuanto ven acercarse a una hiena manchada por mucho que ésta avance en solitario. Las hienas acostumbran a seguir a éstos depredadores cuando están cazando para arrebatarles las presas.
La hiena manchada tiene hábitos fundamentalmente nocturnos y se refugia durante el día en grandes madrigueras excavadas en la llanura. En ellas trae al mundo a sus crías, que acostumbran a ser 2. Éstas nacen con un desmedido afán luchador y es frecuente que un hermano mate al otro.
En las fotos se puede ver una familia africana que tiene hienas manchadas domesticadas. A continuación un vídeo acerca de sus tormentosas relaciones con los leones y otro cazando una cría de búfalo.







El peligroso tiburón toro.

El tiburón toro (Carcharhinus leucas) es conocido por su comportamiento agresivo e impredecible, hasta el punto de ser el que más ataques protagoniza a seres humanos. Su tamaño no es muy grande si se le compara con el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), ya que mide entre 2 y 3 metros y su peso está comprendido entre los 90 y los 250 Kg.



Esta especie habita aguas cálidas y poco profundas, caracterizándose por su tolerancia al agua dulce y remontando grandes ríos como el Ganges, el Brahmaputra, el Zambeze, el Mississipi y el Amazonas, en donde se le ha llegado a encontrar en Iquitos (Perú) a 4.000 Km del mar. Habita también en lagos como el Cocibolca y el Lago Nicaragua. Los encuentros en los ríos africanos entre estos tiburones y los cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) no son infrecuentes y se sabe que a veces llegan a comer juntos.


Se trata de una especie muy territorial y es poseedor de unos altísimos niveles de tetosterona. Las hembras dan a luz a sus crías en los estuarios, donde crecen antes de salir al mar. Pueden llegar a vivir hasta 25 años.
Esta especie es la más peligrosa para el ser humano, por encima del gran tiburón blanco al que se le atribuyen muchos ataques protagonizados en realidad por el tiburón toro. La causa de que esto ocurra puede ser el que resulta mucho más espectacular decir que el ataque ha sido producido por el archiconocido gran blanco. Para conocer el peligro que representa esta especie debemos fijarnos en sus hábitos de alimentación. El toro, acostumbra a cazar en aguas turbias y poco profundas y su dieta se compone de grandes peces, delfines, tortugas, rayas, aves y otros tiburones. Es muy posible que la peligrosidad de esta especie se deba al hecho de que frecuenta áreas con abundancia de bañistas además de que, mientras el tiburón blanco ataca al hombre por confusión, el toro ve al ser humano como una presa potencial más.
Su aficción por remontar los ríos le hacen aún más peligroso y se conocen numerosos casos de ataques fatales de esta especie en agua dulce.
Sus únicos predadores son el tiburón blanco, el tigre y el cocodrilo de agua salada.
Pese a todo, lo normal es que sea el ser humano quien se coma al tiburón toro. Éste, al igual que muchas otras especies de tiburón, es objeto de una intensiva y despiadada pesca comercial y el consumo de sus aletas representa una grave amenaza para la conservación de unos animales tan magníficos.
En el siguiente vídeo se recrea un hipotético combate entre un tiburón toro y un hipopótamo en aguas africanas:


En este vídeo en inglés se habla de esta especie:

La feroz foca leopardo.

La foca leopardo (Hydrurga leptonyx) es el más temible depredador del continente antártico. Alcanza una longitud comprendida entre 2,80 y 3,40 m y un peso de entre 270 y 520 Kg., siendo las hembras de mayor tamaño y se trata de la segunda foca más grande de éste continente solo superada por elefante marino del sur (Mirounga leonina).



Presenta un pelaje gris oscuro en la espalda y gris claro en el vientre, con pequeñas manchas oscuras en el éste y claras en el dorso a las que debe su nombre. Poseen un cuerpo sumamente aerodinámico diseñado para la caza a gran velocidad y, pese a ser un fócido, cuenta con unas aletas delanteras muy desarrolladas que le otorgan en la natación una maniobrabilidad muy alta, similar a la de los leones marinos. Su impresionante cabeza hace fácil diferenciarla del resto de las focas ya que tiene forma alargada y una boca enorme. Las poderosísimas mandíbulas pueden abrirse en un ángulo de hasta 160º lo cual le permite morder presas muy grandes. Sus dientes frontales son largos y afilados lo que les permite capturar y despedazar a sus presas de una forma similar a la de los cocodrilos pero los molares cierran de tal forma que le permite filtrar el krill. Su vista y su olfato son excelentes.
Vive en las aguas frías y las costas alrededor de la Antártida. Durante el verano caza entre la banquisa y en el invierno emigra a las islas subantárticas, llegando ocasionalmente al sur de Australia, Sudáfrica y Sudamérica. Acostumbra a ser solitaria y solo se emparejan para la reproducción. La hembra pare en un agujero en el hielo a una única cría tras nueve meses de gestación.
Los individuos jóvenes se alimentan preferentemente de pescado y calamares. Los adultos son feroces depredadores que se alimentan de diferentes especies de pingüinos antárticos, llegando a capturar en ocasiones otras focas como la cangrejera. Son las únicas focas cuya dieta está compuestas preferentemente por animales de sangre caliente. Las focas leopardo son animales fieros, audaces y curiosos y no es extraño que jueguen cruelmente con pingüinos a los que no se van a comer. Su único depredador es la orca.
Pese a que los abundantes relatos de exploradores que han tenido estremecedores encuentros con estas focas son falsos en su mayoría, hay ataques documentados a humanos. En el año 2003 un biólogo que practicaba el snorkel sufrió un fatal ataque de una foca leopardo, siendo la primera víctima mortal atribuida a esta especie. Anteriormente ya se conocían otras muestras de comportamientos agresivos y ataques a humanos. También se sabe que ha llegado a morder a personas en el pie a través de agujeros en el hielo. Los científicos que viven en la Antártida saben bien que deben mantener una distancia prudencial con este magnífico animal.

En los siguientes vídeos se puede apreciar el comportamiento predador de esta especie:

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